Poesía de ningún lugar 🛤️

Ojalá fuera otro el que robe mi atención, el que me intrigue, el que clave dudas con sus miradas, el que inyecte el veneno de sus besos... Ojalá fuera otro y no él. Ojalá fuera otro el que dice que me ama, el que pide tomar mi mano, el que se recueste a mi lado, el que me mire, enamorado  con esa emoción en el rostro y esa sonrisa sincera... Ojalá fuera otro y no él. Ojalá fuera otro quien me despierte con un beso en las mañanas, el que comparta conmigo un atardecer, el que cante y baile conmigo haciendo de cada día una fiesta por el sólo hecho de coincidir. Ojalá fuera otro y no él... mi vida anhela a alguien especial, en mi pecho y en mi mente hay espacio para ese "alguien" para sus sus ideas... sus locuras, sus anhelos inclusive sus problemas, seguiré en busca de ese alguien, lo esperaré siempre, lo tendré grabado en mis ideales, en mis nostalgias, en mis fracasos, en mis silencios... ya que real, no es. Dalia Hernández Derechos reservados  Mayo/ 2024

Cómo no me voy a amar  sí soy mi lugar seguro, soy mi abrazo, mi fortaleza, mi luz al final del túnel. Soy mi risa, soy mi llanto, mis noches de insomnio, soy mi alegría  y también mi canto. Soy mi lejanía del mundo, soy mi compañía más fiel,  soy mi refugio  y no necesito un complemento  porque estoy completa. Cómo no me voy a amar  sí soy un ejemplo de resiliencia, si la tristeza me derriba cuando me golpea  simplemente me vuelvo a levantar. Cómo no me voy a amar,  sí soy mi ejemplo de vida, de aprendizaje a través  de múltiples errores y fracasos soy mi referencia, mi punto de partida y mi final. Dalia Hernández   Derechos reservados  Junio/2024

Uno aprende a guardarse sus cosas, sus emociones, sus pensamientos, porque es bien raro encontrar  quién te escuche de verdad, sin atacar, sin juzgar,  sin invalidar tus emociones. Uno aprende a no andar  compartiendo sus cosas con cualquiera, ni con los padres, ni la pareja,  ni los hijos, ni los amigos... porque realmente las personas  muchas veces entienden lo que se les da la gana entender  y no, lo que realmente quieres decir. Uno aprende  a no hacer confianza con la gente, a veces es mejor poner una sonrisa  y fingir que todo está bien  para ahorrarse las explicaciones  que poco les importan. Uno aprende  a cargar con sus penas a cuestas, a ahogarse con sus propias penas, a solas, en silencio,  para no incomodar a nadie... Dalia Hernández  Derechos reservados  Junio/2024

Mi abuela se ha ido, aunque estaba previsto  recién lo asimilo, se marchó con los años  cargados de melancolía, con la vida complicada con la época que le tocó vivir  cargando a cuestas  sobre sus cansados hombros. A temprana edad  el invierno había cubierto sus ojos así como sus cabellos... ya en últimos momentos  veía también a sus muertos, olvidando muchas situaciones confundida en el tiempo, recordando lejanos momentos. Me gustaría tener la certeza  que su alma ya no estará  presa de su cuerpo, ni de todas esas limitantes  que conlleva la edad. Mi abuela se ha ido... y con ella se marchita  una rama de mi árbol de la vida, esa conexión con mis ancestros, una parte de mi origen, una parte de quien soy y del por qué estoy aquí. No pude conocerla más... con ella se va un trozo de historia familiar, de anécdotas, de secretos, que sólo ella sabía, que sólo ella guardaba. Siento un nudo en el pecho, me duele el dolor de mi madre y esta sensación es inexplicable, porque también siento ali

Puedo recordar el instante exacto en que su mirada se encontró con la mía, recuerdo esa emoción, ese sentimiento, pero su aroma, no lo recuerdo. Recuerdo el primer momento en que cruzamos palabras, esa dulzura al hablar  con su acento extraño  y ese timbre sutil de voz. Recuerdo sus ojos claros, su boca de fresa,  sus blancas manos  tocando sin querer las mías... Recuerdo ese intelecto,  esas sonrisas tímidas y ese hablar culto, sus gustos refinados... pero su aroma, no lo recuerdo. Recuerdo los largos paseos por las calles, y aquellos recorridos por tantos lugares, recuerdo situaciones, conversaciones sus primeros versos... sus primeras frases... Recuerdo con detalle su forma de caminar, su cabello enmarañado los ademanes de sus manos... Todo sigue intacto, como el primer día y el último  pero su aroma es algo  que simplemente no recuerdo... que no logro recordar... Dalia Hernández  Derechos reservados  Diciembre 2023

Hay vida dentro de mí así como las semillas de la tierra que al paso de los días hacen brotar una hermosa flor, un árbol, un arbusto... Hay vida dentro de mí, como el mar que aloja en sus entrañas miles de peces y formas  de vida en sus adentros. Así como el cielo que da un lugar a las aves para ser libres en su vuelo. Así mi vientre guarda dentro una semilla... que irá creciendo día con día, que se irá poco a poco fortaleciendo. Hay vida dentro de mí. Dalia Hernández   Derechos reservados  Marzo 2010

Esta noche pienso embriagarme entre canciones que no son de tu agrado que jamás escucharás, como símbolo de mi triunfo como gratitud por estar ya lejos de ti. Siempre fuimos polos opuestos, no te gustaba mi forma de ser, de hablar o de vestir, y ahora que al fin puedo decir las verdades tampoco eras lo que yo esperaba, hiciste que hace mucho tiempo terminara  lo bonito que llegué a sentir por ti. Nunca me sentí por ti respaldada, protegida, amada o valorada, me dejé sumir en un estado emocional  triste y miserable  por intentar tus expectativas cumplir. Brindaré por esos momentos  que lentamente me dejé destruir... por ti, por tus malas acciones, por tu abandono, por el mal que le hiciste  a mis mejores años  mientras ingenuamente  esperaba en casa, por ti. En fin, otra noche más llorando tu mal recuerdo... borrando tu imagen  y las huellas que en mi autoestima dejaste  a raíz de ese cruel pasado de tormento. Dalia Hernández Derechos reservados  Mayo 2020

Hasta cierto modo  amo la monotonía de cada día, la ciudad iluminada por la vida nocturna me brinda cierta tranquilidad, la ausencia de calor... ver tantas casas iguales  es un paisaje común en este punto, y me gusta, me hace sentir a salvo la sensación de vivir otro día más, parecido al anterior. El mismo señor que vende dulces, el mismo horario de la combi, las mismas personas del transporte  que se suben a la misma hora  y se sientan en sus mismos lugares... como si su nombre estuviese impreso allí. Siempre así, la misma rutina  pero con horarios distintos... Amo esa sensación  de esa cierta seguridad  que me brinda otro día igual, otro día dentro de la burbuja... de la zona de confort  que la mayoría siempre intenta evitar. Dalia Hernández Derechos reservados  Mayo 2024

Quise echarle la culpa al insomnio  por todas las cosas horribles  que en mi pecho sentía, quise desquitarme con la noche  por todo ese mar que me ahogaba desde los ojos hasta la garganta... Pensé que el maldito calor  era el culpable del pesar en mis ojos, este par de ojos echos nudo... y de las agujas que pican  dentro de las uñas... de la falta de aire,  de la ira que me pone intranquila... Pero la noche  y la voz de la razón interna  saben la respuesta: No hay más culpable que tú. Dalia Hernández  © Derechos reservados Mayo/ 2024

Todavía recuerdo esos años,  yo era la niña ingenua de secundaria,  un tanto invisible y taciturna,  no pensaba en cosas del amor,  tan solo leer y estudiar me gustaba. Una tarde al salir de la escuela,  algo en el camión llamó  poderosamente mi atención,  al fondo, sentado, había un joven distinto, alguien que jamás había visto,  desde entonces me perturbó su imagen  como un asalto al corazón. Recuerdo ese momento  cuando nuestras miradas  por primera vez se unieron.  La magia de su rostro me atrapó,  su tez morena, sus labios de fresa...  Cada tarde, mis ojos lo buscaban,  luego todo pasó y dejé de verlo por semanas... Un sábado al salir de un ensayo,  nuevamente con él coincidí,  algo distinto pasaría,  mi estómago y mi pecho lo hacían sentir... Llegando él a su destino, volteó  y me lanzó una mirada con una flecha  que en mi mente se instalaba,  ahí comenzaba la historia  de un amor de secundaria. No pasaron muchos días cuando nuevamente  a la salida lo encontraba,  esa tarde sería

No te encuentro... parece que para el destino es un juego habernos hecho coincidir a destiempo, estamos tan lejos. A veces lo olvido y busco tu rostro por la calle imaginando nuestro encuentro entre abrazos y besos. Pero no te encuentro corazón,  estás en una vida paralela a la mía,  en otro mundo lejano  donde no puedo alcanzarte...  Y yo, sumida en esta necedad enfermiza  de amarte, de buscarte,  sabiendo que no será fácil encontrarte, que quizá me quede esperando  el resto de mi vida.  Dalia Hernández Derechos reservados  2019

Tanto lo amó  que llegó el día  que ella decidió darse media vuelta  y seguir su camino. Decidió arrancarse los anhelos  y ponerlos a sus pies  para que él no sintiera  las espinas del camino. Decidió borrar sus huellas  a ver si así, olvidaba esa historia,  a ver si así algún día él, salía de sus recuerdos.  De pronto, un día  ella decidió poner  dos Tierras de por medio...olññ dejando el alma y el corazón  a quien tanto amó, se terminó. Dalia Hernández   Derechos reservados  2018

Puedes estar tranquilo, amor, esta vez no vengo a reprocharte nada pues estoy como al principio... nada tengo que ofrecer. Soy la misma ermitaña que lidia día tras día  con la gente en esta ciudad, con mañanas en que me gustaría los ojos no volver a abrir, con la lluvia goteando toda la noche martillando mi cabeza sin dejar dormir. Soy la misma que dejaste hundida en la mediocridad, lo único diferente  es que ahora ya no estás, pero tranquilo, estas letras son sólo para hacerle  un poco de compañía a la soledad. Mientras ella esté conmigo créeme amor, no te necesito,  la tengo a ella. Tranquilo puedes estar. Dalia Hernández  Derechos reservados 2018 Dalia Hernández  Derechos reservados 2018

Si te enamoras de ella, de una mujer poeta serás parte de sus mañanas porque para ella serás el sol  traspasando cálidamente la ventana. Ella hará que vibre tu pecho se irá metiendo en tus venas  poquito a poco, muy lento, ocupará la mayoría de tus latidos y cuando respires tendrás  su nombre tatuado en la mente, su aroma estará en el ambiente  mezclado con flores y letras. Enamorarse de una mujer poeta  es toda una aventura, puede ser un volcán de pasión o una roja y delicada flor, también puede golpearte  con versos de dolor y depresión, es un sube y baja de emociones, de odio, tristeza, amor... todo al límite porque ella no es de medios sentires. Si te enamoras de ella aprenderás a amar su libertad viéndola como mariposa volar, si ella te llega a amar te dedicará más que poemas, más que letras... Te entregará en sus versos cada suspiro, y en poemas... te dará su vida entera. Dalia Hernández   Derechos reservados  2018

No hay manera  que puedas olvidarme aunque desvíes tu mirada  y hagas de cuenta que no ha pasado nada  tarde o temprano  golpeará tu mente algún recuerdo del pasado,  del amado ayer. No trates de olvidar  o de reprimir  lo que aún queda de mí dentro de ti. Tarde o temprano algún recuerdo destapará ese cofre misterioso donde según tú guardaste nuestros momentos, donde según tú todo está olvidado y muerto. Mas sé que en la película de la vida en algún momento  todo lo que se va regresa, y yo estaré aguardando. Dalia Hernández  Derechos reservados  2018

Noche... Me duele su recuerdo Este cruel invierno ha convertido su corazón en hielo, mis palabras no lo tocan, mis versos no lo alcanzan, no existe en él emoción alguna con tristeza veo la luna, aquella que nos cubrió en algún tiempo  añorando aquella playa donde me vi en sus ojos por primera vez. Hoy siento, noto... que ya nada puedo hacer que ya nada puedo esperar... No quiero soltar el pedazo de él  que cuelga de mi pecho, ni la dulce nota de su voz  cuando alegre me decía un "te quiero"... Ojalá terminara este invierno  para ver al fin florecer los cerezos para derretir por siempre  su corazón de hielo. Dalia Hernández  Derechos reservados  2018

Voy a romper el silencio, debo gritar tu nombre  a los cuatro vientos ya no importa lo que digan no importa si critican,  este dolor de amarte  se me encarna hasta los huesos. Siempre estarás ausente  lo sé y nada te reclamo, pero si de algo estoy seguro es de revelar tu nombre que habita en mi piel como si estuviese  en mi cuerpo tatuado. Porque tu nombre vive  en la noche que me envuelve, en el rocío de la tarde  en el olor de la tierra cuando llueve. Tu nombre, que no es tu nombre pero es tu esencia, el sello que lleva impreso cada una de tus rarezas. Lo llevo en mi sangre, en mis líneas imaginando que en ellas puedo tocarte amo por eso, convertirte en poesía. Dalia Hernández  Derechos reservados 2018 

Basta con cerrar los ojos para saber  que el ser amado está a tu lado,  que nunca se fue.  Basta que unas gotas de rocío  te recuerden el último beso,  o los pétalos de rosa  al toque de su piel. Nunca se fue...  En los días de luna llena,  en la estrella de la tarde,  en una mariposa o una linda flor... En los poros de tu cuerpo,  en los sueños de un bohemio...  En el aroma de la habitación. Dalia Hernández   Derechos reservados 2018

Cuando quieras tú volver... Te estaré esperando. Puestos los lugares en la mesa, siempre para dos. Listo tu baño con agua caliente y unas manos dispuestas  a cubrir tu cuerpo  con ternura y con amor. Y un lugar junto a mi cama bajo promesa de esperarte, sólo a ti. Te estaré esperando,  en días de tormenta o de extremo calor, por si un día quieres en mí secar tu llanto o contarme alguna experiencia graciosa que a ti te sucedió. Cuando decidas tú volver, un libro de poemas estará dispuesto sobre la mesita de noche, también habrá música bohemia para amenizar la ocasión. Te estaré esperando  pasados los días también los años, hasta ver posible nuestro amor. Dalia Hernández  Derechos reservados  2018