Uno aprende...

Uno aprende a guardarse sus cosas,
sus emociones, sus pensamientos,
porque es bien raro encontrar 
quién te escuche de verdad,
sin atacar, sin juzgar, 
sin invalidar tus emociones.

Uno aprende a no andar 
compartiendo sus cosas con cualquiera,
ni con los padres, ni la pareja, 
ni los hijos, ni los amigos...
porque realmente las personas 
muchas veces entienden
lo que se les da la gana entender 
y no, lo que realmente quieres decir.

Uno aprende 
a no hacer confianza con la gente,
a veces es mejor poner una sonrisa 
y fingir que todo está bien 
para ahorrarse las explicaciones 
que poco les importan.

Uno aprende 
a cargar con sus penas a cuestas,
a ahogarse con sus propias penas,
a solas, en silencio, 
para no incomodar a nadie...

Dalia Hernández 
Derechos reservados 
Junio/2024




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