Vendedor de ilusiones

Véndeme un poco 
del brillo de la luna
para iluminar mi cansado 
y agobiado rostro.

Véndeme una nube, 
una que aclare 
la oscuridad de mis párpados,
ya no quiero 
que combinen con la noche.

Véndeme una estrella, 
una que me dé 
una pizca de esperanza 
para salir de esta oscuridad 
aunque es realmente bella...

Véndeme los colores del arcoiris
para pintar mi vida de ilusiones
que combinen con vivas flores.

Véndeme el canto de las aves
que den alegría a mis mañanas,
olvidando así las tristezas.

Véndeme el calor del sol
para abrigar mi alma fría
casi convertida en piedra.

Véndeme algunas gotas 
dulces de rocío,
para colocarlas en estos ojos
que sólo agua de mar han conocido.

Dalia Hernández 
© Derechos reservados 
2018




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