Amor de secundaria

Todavía recuerdo esos años, 
yo era la niña ingenua de secundaria, 
un tanto invisible y taciturna, 
no pensaba en cosas del amor, 
tan solo leer y estudiar me gustaba.

Una tarde al salir de la escuela, 
algo en el camión llamó 
poderosamente mi atención, 
al fondo, sentado, había un joven distinto,
alguien que jamás había visto, 
desde entonces me perturbó su imagen 
como un asalto al corazón.

Recuerdo ese momento 
cuando nuestras miradas 
por primera vez se unieron. 
La magia de su rostro me atrapó, 
su tez morena, sus labios de fresa... 

Cada tarde, mis ojos lo buscaban, 
luego todo pasó y dejé de verlo por semanas...
Un sábado al salir de un ensayo, 
nuevamente con él coincidí, 
algo distinto pasaría, 
mi estómago y mi pecho lo hacían sentir...

Llegando él a su destino, volteó 
y me lanzó una mirada con una flecha 
que en mi mente se instalaba, 
ahí comenzaba la historia 
de un amor de secundaria.

No pasaron muchos días cuando nuevamente 
a la salida lo encontraba, 
esa tarde sería distinta,
él había tomado valor para acompañarme
hasta la puerta de mi casa, 
todo el camino conversamos, 
en pocos días nos hicimos novios
 y vivimos un amor bonito.

Él era muy atento, era tierno... casi perfecto, 
su voz y sus abrazos eran de ensueño.

Eran tiempos distintos, 
nos conocimos en vivo, 
no había redes sociales, 
el solía cantar y escribirme canciones, 
siempre me alegraba la vida con sus detalles, 
con el tiempo... cada quién tomó 
un camino distinto, 
lo recuerdo con cariño 
porque con él viví 
los días de secundaria más bonitos.

Dalia Hernández 
© Derechos reservados 
Abril/ 2018







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