Un poco de lluvia y un café
Amanece con lluvia, con frío
y en mi mente, tú,
como pensamiento fijo,
como llama que nunca se apaga
Siempre estás en cada paso,
en cada noche antes de dormir,
en mi pensamiento primero...
en los suspiros de mayo hasta enero
y en las nostalgias de febrero a abril.
Bebo mi taza de café,
la he endulzado con tus recuerdos,
le he añadido
un poco de tu voz, de tu risa,
de tus lejanas miradas
que siempre me calman,
de tus palabras que inevitablemente
me envuelven de la maldad del mundo
y me estabilizan.
Y te beso en cada sorbo
intentando disfrutarte,
intentando sentir tus manos
que a través de mil kilómetros
de una u otra forma
entre versos me acarician.
Dalia Hernández
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2020
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