Soy una mujer
Si tú me lo permites,
aún con mis temores...
me entregaré a ti sin reservas,
sin complejos, sin condiciones.
Porque quiero habitar
en cada poro de tu piel canela,
resbalar mis manos por tu cabello
y detenerme en tu cuello,
besarte tierno... lento.
Quiero morder tus labios....
beberme esa boca color ciruela
como si no hubiera mañana,
como si la conciencia no existiera.
Quiero ser parte de tus excesos,
de tus delirios, de tus demencias,
perderme en el fuego de tus caderas
entre la sutileza de la ternura
y la fuerza de la pasión.
Llévame al paraíso
prohibido de tus deseos
entra en mi mente, posee mi carne
y hurta de mi boca todos los besos,
besos tuyos con sed de ti.
Debo decir que sí,
que es verdad que enciendes mi chispa,
que provocas el fuego en mi alma fría.
Porque soy una mujer... y también deseo.
Dalia Hernández
© Derechos reservados
2018
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