Puede ser que sí...

Puede ser que sí, 
que él era un desastre...
Que no tenía orden,
ni principio, ni fin,
pero su caos era necesario
para ordenar mi mundo y mis ideas.

Puede ser que sí,
que era como un abismo negro
y muy hondo... 
siempre con un halo de misterio,
y yo amaba contemplarlo,
amaba los matices de su oscuridad
en los que siempre encontré para mí
un poco de luminiscencia.

Puede ser que sí,
que esté completamente loco...
Pero fue justo ahí
en ese desorden mental
donde me sentía realmente en casa,
sin apariencias,
sin máscaras,
sin nada que ocultar.

Puede ser que sí...
que su cuerpo siempre estaría 
muy lejos del mío,
así como mi piel, de sus caricias...
Pero él jamás estaría
lo suficientemente lejos
como para poder olvidarlo
o dejar de amarlo,
porque él siempre sería
el amor de mis días...

Dalia Hernández
© Derechos reservados
2020





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