Hay un tiempo para todo...

Existe un tiempo para reír hasta de las cosas más insignificantes, hay un tiempo para ver el amanecer, mirar hacia el cielo y agradecer a quien tú quieras, en quien tú creas, por este instante al que llamamos "vida", por ser y por estar aquí y ahora.

Hay un tiempo para perderse en el horizonte, disfrutar de la noche y contemplar las estrellas, meditar sobre nuestro camino a seguir, nuestros proyectos, nuestras metas... o simplemente recostarse en el pasto, cerrar los ojos y dejarse fluir.

Hay un tiempo para disfrutar de la música y ¿por qué no?, también para estar atentos a los sonidos de la naturaleza, de las aves, del viento moviendo los árboles, de la lluvia, o hasta esos ruidos cotidianos que tiene la ciudad.

Hay un tiempo para convivir, para disfrutar de la familia sea grande o pequeña. Hay un tiempo para dialogar, incluso para debatir pero no con la intención de agredir, sino de llegar al punto de retroalimentación y aprendizaje con aquellos que difieren de nuestra forma de pensar y de sentir.

Hay un tiempo para respirar profundo, incluso para caminar sin rumbo...
Hay un tiempo para estar en soledad, para enfrentar nuestros miedos, para darnos ánimo, consentirnos o hasta rompernos... porque llorar no es malo ni te hace débil, el agua purifica y más si contiene sal. Es tan sabio el cuerpo que nosotros mismos generamos lágrimas para curar nuestras heridas desde adentro.
Pero todo en exceso es malo, así que cuando te caigas, tómate tu tiempo en levantarte, pero por favor no te quedes allí en el suelo.

Hay un tiempo para ser fuerte, sobre todo cuando llega la adversidad, a veces olvidamos que tras de nosotros alguien sigue nuestros pasos y que mientras estemos vivos, aunque la salud en ocasiones nos falle, debemos hacer frente y luchar, porque un buen guerrero no se rinde y pelea por su causa hasta el final.

Hay un tiempo para tener fe y esperanza, para saber que no estás solo y que pese a todo, siempre habrá alguien dispuesto a brindarte una mano amiga, un vaso de agua cuando sientes morir de sed, una fuente de calor cuando crees morir de frío pero sobre todo, hay un tiempo para saber que siempre habrá una luz por oscuro que parezca el camino.

Hay que estar receptivos y nunca olvidar...
que mientras haya vida, para todo hay tiempo.

*"Dedicado para todas las personas que pasan por algún momento difícil en su vida, y para aquellas personas que fungen como esa esperanza y luz en el camino, esos ángeles llamados amigos"*

Dalia Hernández 
Derechos reservados 
2019





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