Sólo quise quererlo

Yo sólo quise quererlo,
quise que fuera feliz
y que supiera que el amor existe
aun en la distancia,
quería hacerle creer
que no aman los ojos o el cuerpo,
que lo que ama, es en sí el alma.

Yo sólo quise amarlo,
ni siquiera pretendía que me quisiera,
me gustaba tanto admirarlo
que quise alimentar su autoestima
aun cuando la mía se estaba rompiendo.

Yo sólo quise contemplarlo,
quererlo y amarlo,
no por la idea que me había hecho de él
sino porque realmente así lo sentía,
porque no había nada mejor
como estar en su compañía.

Era para mí un privilegio
que me dedicara aunque fuera
dos minutos de su tiempo,
pero un día cometí el error
de querer que me viera como yo lo veo
y que me quisiera como yo lo quiero.

Y así fui feliz por mucho tiempo
hasta que me rompí
y de mi pluma ya no salían más letras
porque realmente a él no lo entendía,
no sabía lo que realmente él quería,
y porque yo no sabía definir
ni siquiera como me sentía.

Hoy solamente podré verlo en versos,
porque un amor que duele
no es un buen presentimiento,
y no es que no lo ame,
el amor verdadero jamás muere,
no cambia de la noche a la mañana,
simplemente necesito repararme.

Le ofrecí tanto...
que me vacié en el intento de conquistarlo,
debo aprender a 
nuevamente en silencio amarlo
así, sin más, sin esperar nada a cambio.

Dalia Hernández 
© Derechos reservados 
2018



Comentarios

Entradas más populares de este blog

Cuando quieras volver

Vendedor de ilusiones

Amor de hielo