Mi pequeña niña

Aun recuerdo ese día 
cuando supe que a mí llegarías,
han pasado ya nueve años
en los cuales he aprendido a tu lado,
porque nadie dijo 
que el camino, fácil sería.

Desde un inicio tuviste que luchar
aferrándote a la vida
y yo te hablaba... te esperaba,
sabía que jamás te darías por vencida.

Llegaste a mis brazos
conmoviendome hasta las lágrimas,
muchas veces no alcanzamos 
a comprender de la vida el milagro
hasta que tenemos con él
el contacto más cercano.

Yo lo entendí 
hasta que te tuve frente a mí
y juré protegerte...
Mi vida, sin dudar, la daría por ti.

Pudiste hacerme ver 
las cosas desde otra perspectiva,
con tu delicadeza quitas mi armadura
y si acaso a veces soy ruda
es para prepararte hacia la vida,
para hacerte valiente y fuerte.

Quisiera tenerte en una burbuja 
donde nada malo te ocurriera,
sin embargo las experiencias amargas 
son las que nos ayudan a madurar 
y a espiritualmente crecer.

Mi pequeña niña...
mezcla de fuerza y dulzura,
deseo que seas siempre muy feliz, 
yo lucharé contigo
para que todos tus sueños se cumplan.

Dalia Hernández 
© Derechos reservados 
2018





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