Ahora soy yo

Voy a pedirte por favor
que no me mires con esos ojos
como insinuando algo,
como si con esa mirada
fueras a derretir un glaciar, 
créeme... no va a funcionar.

Si supieras lo feliz 
que me hubieras hecho
si tan sólo alguna vez
me hubieras llegado a sonreír...

"Hubiera"... sí, 
esa palabra tonta
que sólo existe 
en la imaginación de las personas 
con mentes demasiado locas.

Pero de eso... 
Ya hace muchos inviernos
yo ya no caigo en cuentos,
así que no me mires 
como si fuera a rendirme ante ti,
por favor... 
no me hagas reír.

Sólo recuerda los viejos tiempos,
tú no me mirabas 
porque yo no te gustaba.

Yo... 
La de lentes, 
la nerd, 
la intelectual, 
la rara e inadaptada. 
Esa era yo, 
la que nunca volteaste a ver.

Y ahora me observas fijamente
como si con esa cara de tonto
lograras impactarme, 
o de golpe detenerme,
como si aquella niña ingenua que fui
aún se acordara de ti.

Pues te tengo una noticia: 
ya no... 
No esperes que alguna vez te hable
porque si no volteaste 
a verme en ese entonces,
tampoco pienses que yo 
te seguiré viendo como antes.

Porque soy la misma, 
pero corregida,
las cosas que antes amaba
ahora las amo mucho más;
mis libros, mi música,
mis sueños, mi poesía,
mis historias, mi soledad...

Así que no vengas ahora
con tu porte de "galán"
porque ahora soy yo
quien no quiere voltear atrás.

Dalia Hernández 
© Derechos reservados 
2018




Comentarios

Entradas más populares de este blog

Cuando quieras volver

Vendedor de ilusiones

Amor de hielo